miércoles, 23 de mayo de 2012

Empresa informativa en crisis

Por Sara Borrego Patrón
Las  empresas informativas están en declive y esto no es un  dato que nos coge por sorpresa. Junto a España todo está cayendo bajo el yugo del monstruo denominado crisis.  
Antiguamente el elemento que primaba en las empresas informativas era la distribución de información veraz  y formar al lector adecuadamente, sobre las cosas que estaban ocurriendo en su país. Esta tendencia se está perdiendo poco a poco. La moralidad, los escrúpulos y la formación del ciudadano empiezan a ser algo que cada vez se encuentra más en un segundo plano.
Debido a la crisis, las empresas buscan antes la rentabilidad que la  información veraz. Sólo llegan a transmitir una ínfima parte, sobre lo que les conviene, para satisfacer a un público cada vez menos exigente, que parece asimilar todo cuanto le llega.  De esto tiene gran culpa la publicidad.
La publicidad es uno de los elementos que más perjudica a la calidad de las empresas informativas. Bajo la presión de sus anunciantes, la empresa, en muchas ocasiones, debe rebajarse y tenerlos en consideración a la hora de difundir las noticias, de ahí el problema de que una buena parte de la información no sea conocida por el público. Hay muchos intereses de por medio y aquello se vuelve un negocio, del cual sólo sacan beneficios los empresarios y anunciantes, dejando de lado la tarea principal, que es informar correctamente de las cosas.
Además de la publicidad,  también tienen cierta culpa el público por su poco  criterio. Por este motivo, se ven en la televisión, todavía en antena, programas tan deleznables como “Sálvame”. La empresa busca conseguir ganancias y da al público en muchas ocasiones lo que quiere aunque suponga un riesgo.  Si el público quiere morbo, la empresa informativa se encarga de dárselo. Saben que este tipo de programas o noticias del estilo venden y por ello las producen.
Parece que poco a poco se está perdiendo el norte en todo este asunto y debemos volver a los comienzos. Se necesita una información de calidad y buenos profesionales en el sector. Un periodismo contrastado e investigaciones a fondo. El problema de todo esto es que, en muchas ocasiones es caro, y no sale rentable. Es mucho más fácil esparcir cualquier tipo de información por falsa que sea, que detenerse  a investigar y contrastar, ya que eso toma un tiempo que esta sociedad impaciente no tiene.
También está el tema de internet, una herramienta  muy buena y útil pero, sólo, si se sabe usar correctamente. Se puede encontrar cualquier tipo de información, pero hay que andarse con ojo, porque no todo lo encontrado es verídico.
Por ello, es necesario una empresa informativa que sepa realizar su trabajo en condiciones y  que no esté tan influenciada por el mercado, anunciantes u otro tipo de cuestiones. Una empresa informativa no debe ser sólo un negocio.
Sara Borrego Patrón

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